Un cuarto de lora

Bienvenido el incorforme, el irritado, el confundido, el controvertido. Un sitio para el montón de ladrillos. Filial de AQC: Asociación Quejosa de Colombia...y quéjate con confianza.

Friday, June 30, 2006

Ojo con la cuchilla!

Reaparezco después de mucho pensar en las cosas que no me exasperan.
Se lo quedo debiendo a aquellos que lo han solicitado, pero es que me cuesta verle la ironía a la gente que se comporta como debe...
Lo cierto es que de nuevo, hay algo que me molesta profundamente. Ésta vez en los decadentes salones de la sede administrativa del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), cuando, presentando un examen para docentes, me encontré entre dos viejas emperifolladas que se soplaban las respuestas.
La cosa va más allá de la evidente falta de ética que campea entre los servidores públicos colombianos, y de un éxamen cuyo mayor logro es el de evocar (sólo eso) las nuevas corrientes pedagógicas, con intenciones innovadoras (y nada más), como parte de una formación integral (que se contradice con la iniciativa de las directivas de retirar de los programas de aprendizaje, las asignaturas de ética y ciencias sociales), para indagar en las bases de una enseñanza actual y aplicable, como legado del encuentro de brillantes mentes nacionales, "Colombia al filo de la oprtunidad", realizado en 1996, que se proponía estimular las generaciones de alumnos hacia una necesidad investigativa y científica, basándose en estrategias más dinámicas y, asímismo, autoconstructivas (mezcla de constructivismo con LSDE y Escuela Nueva).
Entre esas dichosas estrategias estaban los famosísimos "logros", por cuya imposición muchos de nosotros nos saltamos olímpicamente uno o varios grados de bachillerato, y que hoy en día son la pesadilla de cualquier padre de familia. Pero también, fruto de ese eminente encuentro están los tan mentados "talleres" que hacen las delicias de cualquier estudiante vago.
Así es que, aunque parecieran sacados de la mente de un Troller y un Arias, estos instructivos hoy son reales, tangibles y están disponibles en cualquier colegio, escuela, instituto y jardín pre-escolar, impartidos con el firme propósito de estimular en el estudiantado una suerte de "ganas de aprender", a través de la autoconstrucción de disciplina y voluntad de estudiar. Ah?
Seguramente no se les ocurrió algo más contradictorio, porque seamos honestos, no todos los seremos humanos, y menos niños y adolescentes tiene tan desarrollada esa capacidad de superación que aún con los años muchos reemplazan con empecinada mediocridad.
No me explico qué les hizo creer que un adolescente pudiera abordar una actividad académica de forma tan abnegada, altruista y ¡en grupo! (generalmente), dado que ni siquiera un servidor público en uso de todas sus facultades mentales, y a sabiendas de los deberes y posturas que su profesión conlleva, es capaz de apelar a sus conocimientos reales y contestar un examen con la honradez que le demanda, sobretodo cuando en su conciencia deberían pesar la cantidad de alumnos que habrá echado del salón sin remordimientos y reportado ante las directivas por ese mismo comportamiento.
Efectivamente, he experimentado las consecuencias de tal esfuerzo, que aunque no desestima en buenas intenciones, si ignora la realidad de lo que una "clase" significa para todo el mundo; y es que cuando se trata de realizar uno de estos talleres, con la orientadora limándose las uñas en un rincón del salón y los estudiantes en corrillo prentendiendo comprender e interesarse por un documento que no trae ni dibujitos, es obvio y predecible que sólo uno lo entienda y esté en capacidad de exponerlo (ver curso corto de Andrea en el SENA).
Reitero que no estoy en contra de las nuevas tácticas pedagógicas que procuran estimular al estudiante en el pleno manejo de tópicos y conceptos, por encima de las estrategias castrantes, nemotécnicas e inquisitivas que nos obligaron a tragar en primaria, con resultados parciales y momentáneos. Pero considero que la aplicación de estas herramientas deben ser manejadas como lo que son, instrumentos para afianzar la estrategia de formación con miras a un propósito, y no como la filosofía de una nueva pedagogía.

Saturday, June 03, 2006

Correo de odio


Pues bueno. Como este blog fue creado con la firme intención de exponer y expresar mis más profundas contradicciones, quejas, experiencias, perspectivas e interpretaciones; eso a parte de elaborar de vez en cuando un ejercicio literario montado en las "crónicas" que ustedes ya han visto y criticado, pues me voy a remitir a su primera razón de ser y como últimamente hay muchas cosas que me exasperan, voy a descargarme a continuación con una lista de las cosas que aborrezco...y a quien le caiga el guante me importa poco.

Con mucho cariño aquí van:

.La incumplida: Aquella persona que jura por todos los santos y beatos que allí estará, así le toque mamarse el aguacero, cancelar otros compromisos, interrumpir su horario y remar corriente arriba; aunque al final sepa que no lo va a lograr, y sólo cuando ya no hay nada que hacer, y dos horas tarde, llama para cancelar, o lo peor, apela a las capacidades clarividentes de quien está esperando, para dejar claro que no se va a aparecer.

.La mártir: Aquel(la) que después de hundir la pata hasta la cabeza femoral alega que su proceder se deriva de innumerables circunstancias espacio-temporales, socio-culturales, religiosas, metafísicas, estéticas y científicas que le hicieron proceder de tal o cual forma, de manera que quien no sea capaz de vislumbrar esa inmensa gama de atenuantes es un miserable obtuso insensible.

.La intransigente: Sin importar cuantos ni cuales sean los argumentos expuestos, sin importar su calidad ni legitimidad, seguirá alegando hasta el final, que está en lo cierto; por más que todos los tomos de la enciclopedia Salvat, las actualizaciones del Encarta 2006 y el pequeño Larousse Ilustrado le caigan sobre su dura y terca cabeza. Lo peor es que ocasionalmente duda de sus argumentos pero es incapaz de ver el meollo del asunto, ciega por el totazo.

.La impulsiva: Este personaje carece en absoluto de técnicas diplomáticas y tan pronto tenga la oportunidad o presienta que sus sentimientos (extremadamente sensibles) se han, serán o están siendo vulnerados de alguna forma, reacciona blindado y armado dispuesto a proteger su herida persona, saltando a la yugular y ocasionando un baño de sangre, por lo demás, innecesario. Por lo general estos individuos padecen de una sordera intermitente, ceguera recurrente o son reconocidos analfabetas, pues tienden a oír, ver, leer o sentir lo que les conviene, con tal de armar pelotera.

.La “arrastrada”: Sin duda uno de los sujetos más insoportables y peligrosos. Su comportamiento solapado les permite pasar desapercibidos entre un círculo de conocidos y amigos , acumulando información y disimulando su postura. Es, sin embargo, cuando son confrontados, que pierden su apariencia indefensa y explotan en una bomba de m%”&!da podrida que salpica a todo el mundo. Entonces, revelan intimidades, sacan los trapos sucios y se convierten en revendedores con megáfono que no dejan títere con cabeza, descargando todo los datos acumulados, desde tiempo indeterminado, en su sucia conciencia.

.La descomedida: Estando a dos pasos del teléfono fijo, solicita que le acerquen el inalámbrico para poder acomodarse donde mejor pueda para sus eternas tertulias telefónicas mientras ve televisión, come Doritos y se rasca la oreja con el cepillo de dientes de alguien. Al final, mete el cepillo dentro del paquete de Doritos, deja morir el inalámbrico en algún rincón y ve el noticiero del Senado porque nadie ha sido capáz de encontrar el control remoto. Carece de toda iniciativa y autonomía siempre que alguien pueda escucharle desde donde esté, y a mayor sea su estado vegetativo menor será su capacidad para ensuciar un mínimo de ollas al prepararse un huevo. Su renuencia se incrementa a la solicitud de recoger el reguero.

.La bulliciosa: Totalmente incapaz de contener su escandaloso ser, va por teatros, iglesias, bibliotecas y velorios haciendo notar su presencia en un radio extenso, que generalmente compromete a todos los concurrentes, haciendo uso de expresiones grandilocuentes y carcajadas vulgares. Aún cuando permanezca en silencio, lo más probable es que cargue con alguna pendejada estrepitosa como unos tacones sin tapa, accesorios metálicos o un celular con el ring tone más estridente en el tono más alto. Lo peor es cuando uno acompaña al individuo haciendo los efectos visuales, hasta que sonrojarse parece un término ridículamente corto. No es aconsejable tratar de esconderse pues ello causará que lo acuse de tímido, haciendo de su vergüenza el chiste de la jornada.

.La mediocre: Pero quien se va a poner a reparar en eso? Parece ser una de las frases que enmarca la lógica conveniente de este personaje, que hace de las medias tintas su más pura convicción. Sus víctimas se quejan, por lo general del sabor a jabón en el tinto (porque nadie revisa las cucharas por detrás), de los ensayos que parecen comentarios (porque con tres párrafos es suficiente para señalar el punto que se quiere “aclarar”), y de las razones mal dadas (considera que es capaz de guardar mensajes sólo con retentiva). Está bajo su responsabilidad solicitarle ayuda o pedirle opinión.

.La fantoche: Aquella persona que no importando que sea o quien lo venda, siempre tiene algo mejor o se sabe una mejor. Le es inevitable contar con detalle cuanta plata se gastó el último fin de semana en Andino, cuantas veces ha hablado con Pacheco, que clase de hardware tiene su PC y con cuantas funciones cuenta su celular. Se felicita continuamente por su trabajo, por manejar al jefe con el dedo meñique, porque le persiguen las viejas y los manes más buenos, por tener más contactos que Telecom y porque puede engallar el carro sólo con lo que le dan de comisión, y le sobra para la chaqueta que aún no ha diseñado Ermenegildo Zegna. Siempre tiene la mejor historia de terror, el último chisme y el amigo íntimo del galán de novela. Es el individuo que usualmente termina más borracho en las fiestas, cansado de perseguir a todo el mundo con tanta fantochería y al final se resigna vomitando en los New Balance que compró en Unicentro.

.La parásita: Va por la vida con complejo de eco: repitiendo cualquier argumento dicho con convicción. Hace de su filosofía de vida (la de ud.) una religión propia, escucha atento sus invenciones y argumentos, para hacerlos suyos en la próxima reunión de amigos. Se interesa por sus intereses, le gusta lo que a ud le gusta y al final termina como el hermano bobo que ud. nunca tuvo, todo porque carece completamente de criterio y pretende apropiarse del suyo como si fuera cualquier moda. Y si algún día termina de venerarlo, lo más probable es que se convierta en su más acérrimo contradictor, merced a cualquier otro pendejo que se deje chupar la personalidad.

Bueno…ya! Es la una de la mañana y me voy a dormir antes de que empiece a dar nombres.