Que yo no quiero vender!!!
A propósito del forward enviado por German Chaparro, que no sólo saca relucir una circunstancia que me afectan a mi sino a casi todos los amigos o conocidos profesionales que tengo, he decidido posponer asuntos tan importantes como la parsimoniosa vereda en que los universitarios tienen convertida a la localidad de Chapinero, el ridículo sentido espacial de los vendedores ambulantes o de las razones por la cuales la gente atenta tan violentamente contra los dueños de los perros, y contra los propios perros (y esto se me hace gravísimo, según pudo experimentar mi hermana), para ahondar en el tema de por qué hay tanto profesional varado entre mostradores, call centers e "inducciones" de "empresas multinacionales en proceso de expansión".
Lo cierto es que, desafortunadamente, el pensamiento latinoamericano siempre ha enseñado que la educación es la base del progreso; cosa que no estaría mal planteada si se pensara que el aprendizaje de los oficios también es educación. En consecuencia los profesionales nos hemos convertido en una epidemia que le ha arrancado toda solemne postura frente al entrevistador del puesto a acceder (quien ahora señala la profesión del individuo como si fuera su estado civil). Pero eso no es culpa nuestra!!! Desde el colegio nos inculcaron que las metas a alcanzar eran directamente proporcionales al grado académico del individuo.... y entonces que pasa ahora cuando uno se da cuenta que el encargado de la selección de personal es una animal que no sabe escribir "inducción" correctamente. Donde está este país cuando los recién egresados bachilleres tienen mejores probabilidades de encontrar trabajo que los flamantes profesionales, quienes ven sus sueños de progreso, dinero, maestría y éxito truncados gracias a las estrategias empresariales de crecimiento, mediante mano de obra barata, o a las proezas del icetex que comienza a cobrar créditos otrogados a partir de cifras calculadas de interés sobre interés, cuando el pobre endeudado ni siquiera tiene el cartón en la mano (sin año de gracia ni nada).
Veo los clasificados del domingo y no puedo evitar preguntarme ¿Por qué no hice un curso de tornero? ¿Por qué nunca se me pasó por la cabeza estudiar bobinación de transformadores? Estoy segura que si hubiera estudiado plomería tendría ya un puesto y con posibilidades reales de ascenso...
Obviamente ninguno de esos comentarios los comparto con mis padres porque además de desempleada sería huerfana, pero las ganas de hacer cosas productivas a veces rebasan los convencionalismos y asesinan las ilusiones.
Los profesionales en Colombia estamos condenados a que sólo nos insistan las casas matrices de ventas y a disputarnos los trabajos de archivistas con verdaderas archivistas.
A este país las ganas de superación le brotan por los poros pero tiene el mejor antitranspirante, y aún así no puede negar que es tan culto que algunos taxistas pueden interpretar cuadros hepáticos o saben más de leyes que cualquier legislador.

3 Comments:
At 2:13 AM, November 18, 2005,
Duquesa Katiana said…
por que en cambio a mi blog nadie se mete? jejjeje definitivamente usted tiene mejor aptitud para atraer la atención que yo acostumbrada a escribir artículos científicos...chevere su blog!
At 6:50 PM, November 18, 2005,
Anonymous said…
Oiga muchas gracias...yo si me meto al suyo lo que pasa es que no comento.
Andrea
At 12:29 AM, November 26, 2005,
Duquesa Katiana said…
Pues comente algo, aunque sea pa echarme vainas!
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